sábado, 25 de julio de 2009

Antecedentes

Hay cosas que descartamos a priori del itinerario del ChiviTur (itinerario que, por cierto, se arma en forma sumamente improvisada y muy sobre la marcha).

La Pasiva es el primero. Porque además de conocido hasta el hartazgo, no nos parece que esté a la altura de las circunstancias. Obvia es su industrialización por demás, que le ha quitado todo sesgo de cariño que una cuestión un cachito más artesanal pueden aportarle. Además, tiene cero onda. Conste, de todas formas, que esta decisión no afecta en forma alguna el juicio de los complices del tour sobre la excelencia de sus panchos. No es cuestión de mostaza solamente sino, como dice Waldo, por su posmoderna rapidez (no terminás de decir "pancho" y ya lo tenés en la mesa, dixit).

Yo, en lo personal, a La Pasiva se la tengo jurada porque me hicieron comer pésimo más de una vez, en Atlántida. Y además porque cuando llevé a mis hermanos y a mi cuñado a comer los famosos chivitos de La Pasiva, paradigma de lo uruguayo, me tuve que bancar la mirada de "Y esto era el famoso chivito?" que me clavaron todo el resto de la tarde.

Otro descarte fue Fergus. Porque para nosotros Fergus es el estandar contra el que se juzgan todo el resto de los chivitos.

Esto es así porque Fergus es muy bueno. Es excelente. No hemos encontrado y no creemos poder encontrar chivitos más ricos que los de Fergus. Es así y no se discute.

Esta indiscutibilidad sobre la excelencia de Fergus nos permite dos cosas. Primero, por cada fin de semana del calendario del ChiviTur, comer el correspondiente chivito, además del de Fergus. Y segundo, nos permite tener un patrón contra el cual comparar los atributos organolépticos de cada uno de los chivitos degustados.

Digo esto para que, cuando hablemos de que "el pan no está lo sufiecientemente esponjoso", sepamos que nuestra percepción dee la esponjosidad está calibrada según el pan de Fergus. Y así con todo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo de los panchos lo dije yo sorete!
Invitenme al chivitur una vez y van a aprender a dejar de plagiarme y escuchar a un verdadero maestro en el arte del junk food!
Con odio, Wald

Adrian dijo...

Estimado Perro,

Es cierto, y es de buen chivitero aceptar los errores. Ya lo corregí, y sirvan mis disculpas.

Atte

Adrian